Un templo vivo y dinámico, que acentúa y a su vez trasciende el ámbito religioso, acercándose a los distintos departamentos para compartir las vivencias del Ser Judío.
Un espacio de recogimiento, aprendizaje y reflexión constante que prepara a los chicos -nuestros hijos- para su ceremonia de Bar y Bat-Mitzváh, como a todos los miembros de nuestro pueblo para todo momento debido en la cadena de transmisión milenaria, permitiendo compartir en familia estos tradicionales acontecimientos del ritual hebreo.
El lugar cálido y receptivo para participar de los jaguim (festividades) en familia y en Comunidad.
Acompaña a las familias en todos los momentos importantes de la vida judía.